viernes, 22 de julio de 2011

MINERIA Y ECONOMIA DE LA SIERRA


Estimación de los impactos de la
minería en la sierra en los hogares urbanos y
rurales
Resultados de las estimaciones de impacto mediante el emparejamiento de hogares

La opción metodológica utilizada para evaluar el
impacto que habría tenido la actividad minera en los hogares es una aplicación adicional del método de emparejamiento. En esta etapa se emparejaron hogares ubicados en distritos mineros con los hogares ubicados en distritos que se consideran comparables. Los hogares intervenidos o de “tratamiento” son aquellos ubicados en los distritos con minería. Se generaron estimaciones separadas para todos los hogares de la sierra, para los hogares rurales y urbanos, así como para las zonas norte, centro y sur.
Los resultados agregados para la sierra rural y urbana se muestran  y se pueden resumir en:
Sierra rural:
1. No hay impactos estadísticamente significativos en los ingresos y en los gastos familiares, pero sí
en la reducción de la probabilidad de ser pobres de 8,1%7.
La hipótesis central de nuestra investigación es que el importante crecimiento minero observado en el Perú ha generado efectos diversos tanto positivos como negativos.
Cambios en el gasto per cápita pueden o no generar cambios en la incidencia de pobreza de los hogares. Esto depende de la distancia y de la distribución del gasto de las familias con respecto
a la línea de pobreza establecida en el correspondiente dominio en la ENAHO.
2. No se observa un efecto de “desagrarización” de las familias rurales (ninguno de los indicadores
agrarios tiene un impacto significativo).
3. Los hogares rurales con minería tienen un menor acceso a agua potable de 27%, pero también
una menor probabilidad de tener algún miembro de la familia con una enfermedad crónica (31%
menos).


Sierra urbana:
1. Se ha estimado un efecto positivo de 15,8%
en los ingresos per cápita urbanos de hogares
ubicados en distritos mineros y uno negativo
de 15,1% de menor probabilidad de estos
hogares de ser pobres (aunque el impacto en
gasto familiar per cápita no es estadísticamente
significativo)8.
2. Existe un efecto de “desagrarización” en los
hogares urbanos (entre 5 y 8 por ciento de los
encuestados se define como parte de familias
agrarias en el ámbito urbano), es decir, una menor proporción de los ingresos urbanos se genera por
la actividad agropecuaria y cae la probabilidad de que un hogar tenga más del 60% de su ingreso
proveniente de la agricultura.
Una posible interpretación para obtener impactos en ingresos que no se traducen en un mayor gasto de las familias es que estas perciben el incremento como temporal versus un incremento
permanente que tendería a reflejarse en mayores niveles de consumo.
Bajo esta consideración, los hogares destinarían los ingresos adicionales al ahorro o a la inversión en activos productivos o no productivos.
3. La probabilidad de que una familia urbana ubicada en un distrito minero tenga desagüe es 13,9%
inferior a la de las familias de comparación, mientras que la probabilidad de que algún miembro de
la familia tenga una enfermedad crónica es más del doble (107%) que en los hogares de control.
Igualmente, la probabilidad de que un miembro de hogar ubicado en un distrito minero sufra de
una enfermedad aguda es 63% superior a la de hogares ubicados en distritos no mineros. Esto
sugiere impactos negativos de la minería metálica en los indicadores de salud de los hogares en las
áreas de influencia de esta actividad.
Impactos diferenciados por zonas de la sierra
Esta segmentación permite medir impactos más heterogéneos, aunque tiene mayores limitaciones que el análisis global para generar estimaciones precisas debido al menor número de observaciones dentro de cada zona.
Aquí se presenta los resultados para los hogares rurales de la sierra, que pueden resumirse en:
Sierra norte
1. Se midió un incremento significativo de 37% en los ingresos per cápita y de 24% en el gasto per
cápita en los distritos con minería versus los de control. Sin embargo, en este caso no se observa
una caída en la probabilidad de las familias de ser pobres.
2. No se observa un proceso de desagrarización en los hogares rurales en zonas mineras.
3. Los hogares rurales en zonas mineras tienen
23% menos agua potable que las familias de comparación en zonas no mineras, pero hay una
mayor probabilidad de tener desagüe (aunque el porcentaje que lo tiene es solamente un 10%).
Sierra centro
1. No se observa impactos en los ingresos y en el gasto, pero sí una caída en la probabilidad de no
ser pobres de 8,7% en las familias de las zonas mineras.
2. Hay un claro proceso de desagrarización de las familias rurales, con una caída de 14% de proporción de ingreso agropecuario y un 18% menos de probabilidad de que una familia tenga más del 60% del ingreso proveniente de la agricultura.
3. Las familias en zonas mineras tienen un acceso a agua potable 16% menor y no se observa efectos detectables en los indicadores de salud de las familias rurales.
Sierra sur
1. Se ha encontrado efectos relacionados a un menor acceso a agua potable de 47% y a una menor
incidencia de enfermedades crónicas de 53% en las familias rurales en zonas mineras.
A continuación se presenta los resultados obtenidos para los hogares urbanos de las distintas zonas
de la sierra (solamente de la sierra centro y sur, pues la sierra norte tuvo muy pocas observaciones
de hogares urbanos):


Sierra centro
1. Incremento de ingresos per cápita de 38% y de
gasto de 19,3%, con una caída de 28% en la
probabilidad de que una familia urbana en zona
minera sea pobre.
2. Un menor acceso a desagüe de 16% y una mayor
incidencia de enfermedades crónicas (109%) y
agudas (79%), que indicarían un deterioro de las
En la sierra norte, los hogares rurales en zonas mineras tienen 23% menos agua potable que las familias de zonas no mineras.
En la sierra central las familias en zonas mineras tienen un acceso a agua potable 16% menores condiciones de salud de las familias urbanas en distritos mineros versus las familias urbanas en distritos de control.
Sierra sur
1. No se observa impactos estadísticamente significativos en los ingresos y en el gasto per cápita
(aunque en ambos el impacto es negativo) y, en este caso, la incidencia de pobreza es mayor en
28% para los hogares en distritos mineros en comparación con los no mineros.
2. Existe un mayor acceso a agua potable (7%), pero un menor acceso a desagüe (11%) en los hogares urbanos en zonas mineras.
3. Se observa mayor incidencia de enfermedades crónicas y agudas, pero el efecto no es significativo estadísticamente en los hogares urbanos de la sierra sur.
Resumen desagregado de impactos
El análisis más desagregado de los impactos de la minería en las distintas zonas de la sierra arroja
algunos resultados distintos o adicionales a los encontrados cuando se miden los impactos medios
para la muestra total en la sierra. En particular, destacan los mayores impactos en los ingresos rurales, pero solamente en la sierra norte, proceso que muy probablemente esté relacionado con las actividades de la minera Yanacocha en Cajamarca. Al parecer, los efectos expansivos de la actividad minera en la sierra norte han alcanzado no solo a los hogares urbanos, sino también a los rurales. Tampoco se aprecia un proceso de desagrarización de las familias rurales, pero sí un menor acceso al servicio de agua potable.
De otro lado, la sierra centro muestra un patrón de impactos de la minería más complejo y potencialmente conflictivo. En primer lugar, se ha registrado impactos positivos y significativos en los ingresos y en el gasto de los hogares urbanos, pero no de los rurales. En los urbanos,
pero también en los rurales, se registran impactos adversos en los indicadores de acceso a desagüe y de morbilidad de las familias urbanas. En este caso parece confirmarse una asociación negativa entre la actividad minera y la salud de las familias.
Finalmente, en la sierra sur no se ha encontrado impactos positivos en los ingresos y en el gasto de las familias. Por el contrario, se registra un incremento significativo de la tasa de pobreza en los distritos con presencia minera. Esta región aparece como la menos favorecida por las intervenciones mineras. La imagen final del an lisis desagregado sugiere que los resultados globales de impacto deben tomarse con
«Finalmente, en la sierra sur no
se encuentran impactos positivos
en los ingresos y en el gasto de
las familias. Por el contrario, se
registra un incremento significativo
de la tasa de pobreza en los
distritos con presencia minera»
En la sierra sur se registra un incremento
 significativo de la tasa de pobreza
en los distritos con presencia minera.
«… la sierra centro muestra
un patrón de impactos de
la minería más complejo y
potencialmente conflictivo.
En primer lugar, se ha
registrado impactos positivos
y significativos en los ingresos
y en el gasto de los hogares
urbanos, pero no de los rurales»
cautela, ya que se esconden importantes diferencias
al interior de las regiones.
Impactos diferenciados por años
de educación del jefe de hogar
Además de la desagregación regional presentada
previamente, se estableció un corte de la muestra por
nivel educativo del jefe de hogar. Se encontró que en
los hogares donde el jefe de hogar cuenta con una
mejor educación se presentan mayores impactos de
la minería en los ingresos y en el gasto, especialmente
en los hogares rurales con mayor educación. Esto
indicaría un patrón de impactos diferenciados de la
minería en los ingresos rurales. Solo para familias
con jefes de hogar con algo de educación se habría
generado un impacto positivo, mientras que los hogares
con menor dotación de educación (en el jefe de
hogar) tendrían impactos nulos o incluso negativos.
Igualmente, en los hogares urbanos se aprecia impactos
más pronunciados en los ingresos y en el gasto
per cápita de las familias con jefes de hogar con por
lo menos primaria completa. Sin embargo, para este
grupo se mantiene el impacto adverso en acceso a
desagüe y en enfermedades agudas.
Estos resultados sugieren que el dinamismo minero
habría favorecido más a ciertos grupos de la población,
pero habría afectado negativamente a otros
grupos más vulnerables, lo que ha incrementado la
brecha de ingresos preexistente.


Principales conclusiones
En primer lugar, es necesario señalar que existen
limitaciones en el análisis que deben tenerse en
cuenta al momento de leer los resultados obtenidos.
La metodología de emparejamiento utilizada se sustenta
en la idea de que es posible generar un grupo
de comparación de distritos que sean similares a los
distritos bajo la influencia de la minería.
En segundo lugar, el método de emparejamiento
aplicado se basa en el supuesto de que no existan
«… en los hogares donde el
jefe de hogar cuenta con una
mejor educación se presentan
mayores impactos de la minería
en los ingresos y en el gasto,
especialmente en los hogares
rurales con mayor educación»
«… los resultados obtenidos
sugieren que la presencia minera
ha tenido impactos positivos en
los ingresos y en los gastos medios
de las familias urbanas de la sierra,
pero no en las familias rurales»
variables no observables importantes (tanto al nivel
de distritos como de hogares) que hayan influenciado
de forma sistemática en las diferencias entre hogares
en distritos mineros y no mineros.
Si aceptamos estos llamados a la cautela, planteamos
aquí algunas conclusiones sobre la base de la
evidencia empírica encontrada y en el marco de los
supuestos hechos explícitos.
Por un lado, los resultados obtenidos sugieren que
la presencia minera ha tenido impactos positivos en
los ingresos y en los gastos medios de las familias
urbanas de la sierra, pero no en las familias rurales.
No obstante, en estas últimas sí se ha registrado una
menor incidencia de la pobreza. Estos resultados, de
validarse en futuras investigaciones, cuestionarían una
visión extremadamente pesimista que plantea una
relación siempre negativa (o nula) entre la actividad
minera y el dinamismo de los ingresos a nivel local.
Por otro lado, el incremento estimado de los ingresos
o los gastos es heterogéneo en la muestra. En algunos
casos se aprecia que los incrementos de ingresos
ocurren, pero en otros los ingresos son afectados
negativamente, como en los hogares urbanos de
la sierra sur. Igualmente, en algunos casos el incre-
El dinamismo minero habría favorecido más a ciertos grupos de la
población pero habría afectado negativamente a otros.
Foto CIES
38 Economía y Sociedad 65, CIES, octubre 2007
mento en los ingresos no viene acompañado de un
similar incremento en el gasto de las familias, lo que
sugiere que las familias pueden estar considerando
los mayores ingresos asociados a la actividad minera
como transitorios y no como permanentes debido a
la propia naturaleza temporal de esta actividad.
Otra conclusión de este estudio se refiere a la relación
entre la actividad minera y la actividad agraria, especialmente
en los hogares rurales, donde no hemos
encontrado evidencia a nivel agregado de una relación
de competencia entre la minería metálica y la
agricultura por los recursos productivos. Sin embargo,
en el caso de la sierra centro sí se encontró evidencia
de un proceso de desagrarización en los hogares rurales,
en un contexto donde los ingresos urbanos han
crecido de manera más pronunciada por la actividad
minera. Otra vez, se observa una importante heterogeneidad
en el análisis más desagregado.
Una cuarta conclusión se refiere a los hogares urbanos
de la sierra, donde los resultados sugieren que el
incremento de ingresos habría estado acompañado de
efectos adversos en otros ámbitos del bienestar de las
familias. En este sentido, en las zonas urbanas de la
sierra encontramos un conjunto de “condiciones objetivas”
para la existencia de conflictos asociados a la
minería, toda vez que esta habría generado impactos
positivos y negativos al interior de esta población.
También hemos podido observar que el impacto de
la minería en los hogares de la sierra tendría un claro
sesgo a favor de los hogares con mayores activos,
como un mayor nivel educativo del jefe de hogar. En
este contexto, los resultados sugieren que el dinamismo
minero ha favorecido a grupos específicos de
la población, pero ha afectado negativamente a los
grupos más vulnerables, lo que ha incrementado la
desigualdad en los ingresos. Esta es otra dimensión
posible para explicar los conflictos y en buena parte
se comprende por la falta de políticas públicas complementarias
que podrían haber contribuido a reducir
este problema. El argumento está referido a que los
hogares más vulnerables no conseguirían beneficiarse
de las nuevas oportunidades abiertas por la actividad
minera debido a la falta de bienes públicos y de apoyo
para una adecuada transición.
Así, tanto en el ámbito rural como en el urbano, se
ha podido identificar en este estudio la existencia
de espacios importantes de relaciones económicas
potencialmente conflictivas entre la minería y sus
entornos. La evidencia señala que esta relación no es
homogénea, lineal ni automática. Los resultados del
ejercicio, sin embargo, nos parecen sugerentes a la
luz de los múltiples conflictos asociados a la minería
en diversas partes del país.
Por último, queremos destacar como conclusión la
urgente necesidad de complementar este tipo de
estudios de corte netamente cuantitativo con enfoques
institucionales y cualitativos, pero a escala más
amplia que los estudios de caso centrados en dinámicas
comunales.
Discusión de políticas
El estudio sugiere que es fundamental mejorar de
manera sustancial la información disponible sobre los
espacios y las familias ubicadas en los entornos de
las operaciones mineras más importantes del país. El
Estado debería, asimismo, poner a disposición pública
la totalidad de EIA en su portal, lo que no ocurre en
la actualidad. Aunque el MEM está en la obligación
de contar con un Sistema de Información Ambiental
que monitoree la calidad del aire y el agua de los
ecosistemas de influencia minera, esta información no
se hace pública9. Si la transparencia es un principio
de política, toda la información ambiental debería
estar disponible en Internet.
Los resultados obtenidos, con salvedades metodológicas
expuestas, han identificado algunos patrones
del impacto de la minería en los hogares rurales y
urbanos que podrían ser materia de políticas públicas.
La reflexión central sugerida por los resultados
es que, dadas las relaciones diferenciadas en los
distintos espacios geográficos y económicos que
hemos cuantificado, no es adecuado pensar en patrones
homogéneos de desarrollo minería/comunidad,
caracterizados por la armonía o por el conflicto. No es
correcto, por lo tanto, pensar que una receta universal
solucionará los problemas de oposición a la actividad
en el interior del país.
En ese sentido, el estudio sugiere que existe todavía
una brecha muy grande entre los objetivos de la política
pública y los grandes problemas del desarrollo en
cuestión: la superación de la pobreza, la generación
de capacidades e instituciones para el desarrollo y el
cuidado del medio ambiente.

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